No te pierdas la bendición de Dios.

Si quieren y obedecen, comerán de lo mejor de la tierra.
Isaías 1:19
El profeta Isaías, en medio de un fuerte llamado al arrepentimiento, presenta en este pasaje una poderosa y clara elección que define el destino de toda persona.
Isaías 1:19 resume la esencia de la promesa de Dios en una fórmula simple pero profunda: «Si ustedes están dispuestos a obedecer, comerán del mejor fruto de la tierra. Este texto se puede desglosar en dos partes cruciales:
1. La Condición Humana («Si ustedes están dispuestos a obedecer…») La bendición no es automática ni incondicional. Dios establece una responsabilidad para nosotros. La palabra «dispuestos» apunta a una elección determinante de la voluntad: someterse a Dios, escuchar Su palabra y alinearse con Su voluntad. Es un acto voluntario que nace de la fe.
2. La Promesa Divina («…comerán del mejor fruto de la tierra.»): La obediencia activa la increíble fidelidad de Dios. Su promesa es de abundancia, provisión y bienestar. «Comer del mejor fruto» es una metáfora que representa disfrutar de toda buena cosa que Dios tiene preparada: paz, gozo, propósito, provisión material y, sobre todo, una relación restaurada con Él. En esencia, el mensaje es: Dios no te quiere privar de Sus bendiciones; por el contrario, Él anhela dártelas. El camino para recibirlas no es a través de la religiosidad vacía o los sacrificios externos, sino a través de una voluntad humilde y un corazón obediente. La elección es tuya. No te pierdas la bendición de Dios por una actitud de rebelión o indiferencia. La puerta está abierta para todos los que estén dispuestos a escuchar y obedecer.
Dios quiere derramar sus bendiciones sobre nosotros. Él tiene promesas de paz, prosperidad y alegría para quienes hacen su voluntad. Sin embargo, a menudo no logramos experimentar estas bendiciones porque nos desviamos de su palabra o dudamos en obedecer lo que él nos pide. No se trata solo de recibir cosas materiales, sino de experimentar la plenitud de la presencia de Dios en todos los ámbitos de nuestra vida. Cuando nos alineamos con los propósitos de Dios y confiamos en él de todo corazón, él nos lleva a un lugar de paz y seguridad. Incluso en los momentos difíciles, sabemos que él está con nosotros, cuidando cada detalle. El secreto para no perdernos las bendiciones de Dios es estar dispuestos a escuchar y obedecer. Puede que no sea fácil y, a menudo, nos sentimos tentados a seguir nuestros propios caminos. Pero es exactamente cuando entregamos todo en las manos del Señor que él abre puertas que nunca imaginamos. Por eso, no permitas que las distracciones o el miedo te impidan vivir todo lo que Dios ha preparado para ti. Busca al Señor en oración, lee su Palabra y confía en que él hará lo mejor por ti. Las bendiciones de Dios están disponibles para todos los que eligen caminar en sus caminos.
No te quedes fueraᝰ┆
Obedece la Palabra de Dios:
1- Lee la Biblia y sigue sus enseñanzas con fe y perseverancia.
2- Ten una vida de oración: Habla con Dios diariamente, buscando dirección y poniendo tus preocupaciones en sus manos.
3- Confía en Dios: confía plenamente en su voluntad, incluso cuando las circunstancias parezcan difíciles o inciertas.
Pastora y Salmista: Maryoris Santiago