11 Consejos para escoger buenas amistades
LA AMISTAD “REGALO DE DIOS”

En distintos lugares de Latinoamérica los llaman de diferentes formas; Amigos, Camaradas, Hermanos, Cuates, Parceros, compinches etc.

El caso es que la Biblia nos habla de esos seres tan especiales que el Señor nos pone para ayudarnos en nuestras adversidades, como dice la palabra de Dios en el libro de Proverbios 17:17.

Hay que tener mucho cuidado en saber con quién nos relacionamos, ya qué hay amistades que nos pueden llevar a la ruina, provocar contiendas o dividirnos de otras personas.

ES POR ESTO QUE CREO QUE la amistad es uno de los regalos más bonitos que podemos dar y recibir. Dios nos creó para relacionarnos, no para estar solos y apartados de los demás, algo que es evidente desde Génesis. Durante la creación Dios declaró todo lo que hizo como bueno y se mostró satisfecho con el resultado. Pero cuando creó al hombre se dio cuenta de que hacía falta algo más.

Luego Dios el Señor dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada».
(Génesis 2:18). Y esa ayuda adecuada fue una mujer, otro ser humano con quien compartir sus experiencias cotidianas, alguien que podría identificarse con sus sentimientos.

Al igual que Adán, todos necesitamos de otras personas en nuestra vida, gente con la cual reír, llorar, pasear, compartir nuestros logros y fracasos. Sentimos alegría y satisfacción cuando estamos con ellos.

Es cierto que tenemos a nuestra familia, pero en diferentes etapas de nuestra vida Dios nos regala personas especiales: nuestros amigos. ¿Quién no recuerda los compañeros de escuela primaria con los que jugaba en el patio? ¿O el grupo de estudio en la Universidad con el que se trasnochó más de una vez? Es lindo mirar atrás y recordar esas personas que nos acompañaron en esos momentos específicos.

El tema de la amistad está presente en la Biblia y en el libro de Proverbios encontramos muy buenos consejos sobre cómo escoger y cómo ser buenos amigos. Miremos estos y aprendamos a ser amigos genuinos que traen bendición y alegría a los demás.

1.- Escoger bien.

El que con sabios anda, sabio se vuelve; el que con necios se junta, saldrá mal parado.

(Proverbios 13:20)


Un amigo es alguien especial con acceso a áreas de nuestra vida a las que no dejamos entrar a todo el mundo. Sus actitudes nos influyen y a veces terminamos adoptando rasgos de conducta que vemos en ellos.

Por eso necesitamos ser sabios al escoger con quién salir y a quién dejar entrar en nuestro mundo. Debemos orar y pedir a Dios que dirija nuestros pasos, que nos guíe hacia gente que comparta nuestro amor por él y nuestro deseo de agradarle.

2.- Rechazar los chismes.

El perverso provoca contiendas, y el chismoso divide a los buenos amigos.

(Proverbios 16:28)


Debemos ser fieles y leales a nuestros amigos, no permitir que otras personas nos vengan con comentarios malintencionados y chismes sobre ellos. Si alguien nos comenta algo debemos ir directamente a nuestro amigo y preguntarle si es o no es cierto lo que nos han comentado.

Debemos abogar siempre a favor de nuestro amigo y nunca debemos contar a otros sus confidencias ni alimentar chismes sobre ellos. Es muy triste ser traicionado por alguien a quien amamos y consideramos nuestro amigo.

3.- Perdonar.

El que perdona la ofensa cultiva el amor; el que insiste en la ofensa divide a los amigos.

(Proverbios 17:9)


Somos seres imperfectos, cometemos errores y tenemos diferencias de opinión. Si queremos que una amistad crezca y perdure necesitamos estar dispuestos a perdonar.

Debemos esforzarnos en comprender la explicación del otro y luchar juntos por fortalecer la amistad. Si nos importa más tener razón o que se hagan las cosas a nuestra forma puede ser que el amor por la persona no sea muy grande ni la amistad tan real.

4.- Acompañar en las buenas y en las malas.

En todo tiempo ama el amigo; para ayudar en la adversidad nació el hermano.

(Proverbios 17:17)


Los verdaderos amigos comparten las alegrías y las tristezas, siempre permanecen a nuestro lado y nos animan. El hermano tiene la “obligación” de ayudarnos porque se ve como parte de sus deberes, pero vale mucho y alegra el corazón cuando un amigo permanece voluntariamente a nuestro lado y nos ayuda en los momentos de adversidad.

5.- Reconocer a los verdaderos.

Hay amigos que llevan a la ruina, y hay amigos más fieles que un hermano.

(Proverbios 18:24)


Los amigos de verdad buscan el bienestar del otro y hacen todo lo posible por ayudarlo y bendecirlo. No importa las dificultades por las que esté pasando el otro, están a su lado animándolo y proveyendo el apoyo necesario.

Una persona que solo intenta obtener beneficio de otra sin importarle los problemas que pueda causar no es un buen amigo.

6.- Sin interés económico.

Con las riquezas aumentan los amigos, pero al pobre hasta su amigo lo abandona.

(Proverbios 19:4)


Las personas que aparecen cuando cobramos y luego desaparecen según se acaban el mes y los recursos no son amigos sino interesados.

Un amigo de verdad no se fija en nuestra cuenta bancaria ni en nuestra posición social. Nos valora por nuestras cualidades y por lo que somos, no por lo que tenemos o dejamos de tener.

7.- Vigilar la conducta.

No te hagas amigo de gente violenta, ni te juntes con los iracundos, no sea que aprendas sus malas costumbres y tú mismo caigas en la trampa.

(Proverbios 22:24-25)


Es muy conveniente escoger amigos con valores afines pues imitamos tanto lo bueno como lo malo de las personas que nos importan.

Si nuestro deseo es agradar a Dios y hacer su voluntad buscaremos personas que anhelen lo mismo y que actúen como Cristo desea. Así nos animaremos mutuamente a crecer y a reflejar el carácter de Cristo.

8.- Dar espacio.

No frecuentes la casa de tu amigo; no sea que lo fastidies y llegue a aborrecerte.

(Proverbios 25:17)

Se ha de respetar el espacio personal del otro y su privacidad. Ser amigo no nos da permiso para inmiscuirnos en todo o exigir que nos hagan partícipes de todos los aspectos de su vida.

No es buena señal si una persona llama constantemente o aparece a visitar a cualquier hora sin verificar si es un buen momento. Esto es un indicio de inseguridad y deseo de control.

9.- Apreciar la honestidad.

Más confiable es el amigo que hiere que el enemigo que besa.

(Proverbios 27:6)


A veces los amigos tienen que decir verdades dolorosas, pero el simple hecho de que se atrevan a decirlas y las digan con amor muestra que valoran mucho a la otra persona.

Un verdadero amigo nos advierte cuando tomamos una decisión equivocada o cuando nuestra actitud no es positiva. Nos da consejos y nos ayuda a dar lo mejor de nosotros en cada situación.

10.- Endulzarle la vida.

El perfume y el incienso alegran el corazón; la dulzura de la amistad fortalece el ánimo.

(Proverbios 27:9)

La amistad debe ser como un bálsamo a nuestras vidas trayendo consuelo, alivio y paz a nuestros corazones. Las palabras y actitudes de los amigos nos deben dar nuevas fuerzas para enfrentar los problemas de la vida.

11.- Fiel a través de los años.

No abandones a tu amigo ni al amigo de tu padre. (…) Más vale vecino cercano que hermano distante.

(Proverbios 27:10)

Podemos encontrar buenos amigos y aprender mucho con gente de otra generación, la amistad no debe limitarse a los que tienen nuestra edad.

Los mejores amigos son los que prueban su lealtad con el pasar de los años, los que muestran que puedes contar con ellos en todo momento. Esta clase de amigo puede llegar a ser más valioso que nuestra propia familia.


Karina Palmar